Muchos personajes
míticos son ampliamente conocidos a través de la educación.
Podemos señalar:
Aquiles: Uno de los
protagonistas de La Iliada, sino el principal, puesto que al
principio de la obra se dice que en esta se va a narrar la cólera de
Aquiles. Aquiles es el campeón de los griegos y se siente ofendido
por el rey Agamenón cuando se le perjudica en su parte del botín y
se le obliga a desprenderse de su esclava Briseida. La muerte de
Patroclo lo hará recapacitar y volver a pelear. Héctor, el héroe
de los troyanos, mató a Patroclo, aún sin saber que era él.
Aquiles quiere vengar a su amigo, reta a Héctor, lo derrota y mata.
Sin embargo, el invencible Aquiles acaba muerto por una flecha de
Paris que lo hiere en su única parte vulnerable, el calcañar,
también conocido, por esta historia como el talón de Aquiles.
Héctor: El héroe de
los troyanos en La Iliada. Es el mejor, solo un semidiós como
Aquiles puede derrotarlo. El destino de ambos está unido, puesto que
solo Aquiles puede matar a Héctor, pero el día que lo haga habrá
sellado su propia muerte.
Ulises/Odiseo: El
héroe de La Odisea. Aparece también, aunque en forma menor,
en La Ilíada. De todos los héroes griegos de la guerra de Troya, él
es el único que tuvo una azarosa vuelta a la patria llena de
aventuras.
Agamenón: El rey de
Micenas y rey de reyes de los griegos en La Iliada. Es
hermano de Menelao, rey de Esparta y ambos hermanos están casados con
sendas hermanas, Clitemnestra y Helena. Por pagar el precio de lo
ofrecido a Paris en la célebre historia de La manzana de la
discordia, Afrodita hace que Helena se enamore de Paris y que ambos
huyan a Troya. El despechado esposo, Menelao, pide ayuda a su hermano
y este convoca a todos los reyes griegos a la guerra contra Troya.
Clitemnestra: Hermana
de Helena y esposa de Agamenón. A la vuelta de su marido de la
guerra, lo asesina con la ayuda de su amante Egisto. No le perdona el
sacrificio de Ifigenia antes de su partida hacia Troya.
Orestes: Hijo del rey
de Micenas y rey entre reyes en la guerra de Troya, Agamenón, y
Clitemnestra, hermana de Helena. Es el protagonista de La
Orestiada. Tras la vuelta de Agamenón de Troya, su esposa
Clitemnestra, con la ayuda de su amante Egisto, lo mata. No le
perdona el sacrificio de su hija Ifigenia antes de su partida hacia
Troya. Orestes se ve en un dilema: según las leyes divinas se ha de
vengar el asesinato de un padre, por lo tanto debe matar a su madre
si no quiere que los dioses lo castiguen; por otro lado, según esas
mismas leyes, matar a un padre o a una madre es un crimen que atraerá
sobre sí la ira de los dioses. Orestes decide matar a su madre, y
sufre las consecuencias.
Electra: Hermana de
Orestes, es hija de Agamenón y Clitemnestra. Como su hermano, se
mueve en el dilema de vengar a su padre o no. Incita a Orestes a que
mate a su madre una vez conocido el adulterio de esta con Egisto.
Edipo: El héroe Edipo
es el protagonista de varias obras de Sófocles, como Edipo rey y
Edipo en Colono, apareciendo además mencionado en las obra que
trata la figura de su hija, Antígona. Edipo está condenado por una
profecía a matar a su padre y casarse y tener descendencia con su
madre. Aunque todo el mundo, Edipo incluído, intentan evitarlo, la
profecía se acaba cumpliendo sin que ellos se den cuenta. Cuando
comprenden lo sucedido se produce la tragedia.
Antígona: Una de las
hijas de Edipo, es la heroína de la obra de Sófocles que lleva su
nombre. Antigona quiere enterrar a su hermano Polinices, muerto tras
luchar contra su ciudad y su hermano, Eterocles. La ley religiosa
dice que un familiar no puede dejar a alguien de su familia
insepulto. Sin embargo, la ley civil dice que un traidor debe quedar
insepulto. Ley divina y ley civil entran en conflicto y Antígona
debe decidir si sigue a la religiosa, lo que le acarreará la pena de
muerte por incumplir la ley civil, o a esta, lo que le acarreará la
ira de los dioses por incumplir su ley.
Eneas: El héroe de La
Eneida. Troyano descendiente de Afrodita/Venus, escapó de la
destrucción de su ciudad junto con su padre, su hijo y muchos
compatriotas. Tras recorrer el Mediterráneo sufriendo diversas
venturas y desventuras llegó al Lacio donde fundó Alba Longa, lugar
en el que tiempo después nacerían sus descendientes Rómulo y Remo.
Dido: Es la reina de
Cartago en La Eneida. Acoge a Eneas que llega a su tierra como
náufrago y, posteriormente, se enamora de él. Cuando este se va,
por mandato divino y porque así lo mandaba su destino, Dido se
suicida.
Anquises: El padre de
Eneas, quien ya anciano tuvo que ver la destrucción de su ciudad, de
la que escapó ayudado por su hijo. Murió durante el trayecto y
nunca llegó al Lacio.
Estas historias tienen
interés porque la tragedia griega cuenta sistemáticamente las
mismas historias, provocando la catarsis, el público se identifica
con los personajes y se purifica. Estas historias fueron pasando de
Grecia a Roma y, tras la desaparición del Imperio Romano, cayeron en
el olvido hasta que volvieron a resurgir en el Renacimiento. Los
poetas renacentistas, como Garcilaso, utilizaron varios de estos
mitos en sus poemas. Pero no solo los literatos se interesaron por
los mitos clásicos, sino también otros artistas como escultores o
pintores.