Un libro es un objeto con distintas partes. La portada, que podemos considerar la cara del libro, ofrece los datos importantes: autor, título, editorial, lugar y fecha de edición. La portada tiene un revés en el que podemos encontrar los datos registrales: datos del libro, copyright, créditos de ilustración. La cubierta, una cara ilustrada para hacer más atractivo el libro y que, en ocasiones, ofrece los mismos datos que la portada y a menudo ilustraciones, imágenes que no necesariamente se corresponden con el interior. En ella el autor está escrito con un tamaño distintos de letra y esto aporta un valor concreto al autor.
En la portada el título tiene un tamaño más grande, menor el nombre del autor y aún menor la editorial. En la cubierta, en cambio, destaca el nombre del autor y en menor tamaño el título.
Un libro es un objeto físico que puede contener varias obras literarias o solo una. Hay poesías y obras completas, antologías, que ofrecen varias obras juntas. La antología y la selección pueden ser tanto del mismo autor como de varios. El título puede estar puesto tanto por el autor como por el editor y tiene que ser breve, sugerente, reflejando algo de lo que hable el libro para atraer a la gente. En las novelas el título suele ser alusivo al contenido.
Títulos de novelas: Los sufrimientos del joven Werther (Johann Wolfgang von Goethe), El cartero de Neruda (Antonio Skarmeta), Cien años de soledad (Gabriel García Márquez), Orgullo y prejuicio (Jane Austin), Invisible (Paul Auster), Pedro Páramo (Juan Rulfo), Metamorfosis (Franz Kafka), El nombre de la rosa (Umberto Eco), La Regenta (Leopoldo Alas “Clarín”), Misericordia (Benito Pérez Galdós), Los santos inocentes (Miguel Delibes), Crimen y castigo (León Tolstoi), El niño con el pijama de rayas (John Boyne), El idiota (Fiódor Dostoyevski), El tiempo entre costuras (María Dueñas), Emma (Jane Austin).
Una manera de titular muy popular en otras épocas consistía en poner el nombre del protagonista. Fue muy recurrente entre los siglos XVI y XVII y en la novela realista del siglo XIX, en la novela naturalista: Miau, Fortunata y Jacinta, Madame Bovary, La Regenta. Actualmente esta técnica apenas se utiliza, aunque se pueden encontrar ejemplos: Pedro Páramo (Juan Rulfo) y Marina (Carlos Ruiz Zafón).
Actualmente los títulos tienen que ser más sugerentes y atrayentes. Pero un título de estas características no suele informar del contenido del mismo, es por ello que suelen llevar un subtítulo explicativo.
El paratexto de un libro indica la obra del editor. Es una publicidad que lleva incorporada el propio libro. El paratexto incluye elementos que se suelen colocar en las solapas y es más representativo: una breve biografía del autor y datos fundamentales que tienen con ver con el propio autor (nacimiento, muerte, obras, reconocimientos, formación académica). Estos datos, por lo tanto, con una función publicitaria.
La segunda solapa suele ofrecer información sobre la editorial, no es obligatoria pero suele aparecer y orienta al propio lector. Hay dos tipos de editoriales: aquellas que escogen un autor y lo venden y otras que practican la autoedición o gestión. Para publicar un libro, el autor lo envía a una editorial para que gestione todo el proceso si la editorial está interesada en el libro pagando una comisión al escritor o bien lo haga asumiendo el autor los costes.
El paratexto también tiene una contracubierta con un breve texto informando que resume el contenido del libro y un texto publicitario escrito por el editor, breve, informativo y seductor para que atraiga a los lectores.
A veces el libro puede traer una faja o bufanda, que consiste en un elemento añadido al libro para poner un eslogan que atraiga la atención del público y contiene elogios hechos por lo críticos del libro en diferentes publicaciones periódicas.
Títulos de poesía: 20 poemas de amor y una canción desesperada (Pablo Neruda): el adjetivo "desesperada" añade una etiqueta de romanticismo al título, La semana fantástica (Fernando Beltrán): utiliza el eslogan de grandes almacenes, Campos de castilla (Antonio Machado): genérico, pero en un lugar muy apropiado y llamativo para contraponerlo a la poesía modernista francesa, es un título breve pero informativo. Soledades (Antonio Machado): toque íntimo, La primavera avanza (Ángel González): toque poético y sorprendente, I’m Joaquin (Corky Gonzales): título reivindicativo, El cantar de Mio Cid (Anónimo): título general con el nombre del protagonista, Follas novas (Rosalía de Castro): descriptivo, En las orillas del Sar (Rosalía de Castro): río del pueblo de su aldea, centrándose en el lugar donde vive la autora, Hojas de hierba (Walt Withman): la hierba crece, como su poesía, es una metáfora.
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