Estamos ante dos anuncios de la misma
campaña publicitaria. Ambos anuncios tienen la misma estructura
visual: una gran imagen de fondo, un término que contrasta con la
imagen y que se quiere asociar al tema central de la campaña, la
“Denominación de origen” y un texto más extenso que sintetiza
imagen y eslogan aparantemente contradictorio. Los dos anuncios
terminan con el tema central de la campaña en versión extendida:
Ruta del Vino Ribera del Duero, la ruta de las Sensaciones con
Denominación de origen.
En el primero de los dos anuncios se
contrapone el término “belleza” con la foto de una anciana. En
las sociedades actuales (y también en las antiguas, por otra parte)
belleza humana suele ir ligada a juventud. Según la convención, una
persona joven puede ser bella, pero no una anciana. Se trata,
obviamente, de pura belleza física. El contraste anciana/belleza se
explica en el texto. No se está hablando de belleza física, sino de
la auténtica belleza, la interior, la que se ve no con la mirada de
los ojos, sino con la del entendimiento y el alma. La gente de la
Ribera del Duero es bella porque es amable, generosa, entrañable,
natural, auténtica, igual que la tierra en la que viven.
En el segundo de los anuncios la
contraposición es entre unas manos mostrando uvas y la palabra
“poesía”. En principio, el término poesía se refiere a un tipo
de construcción literaria y su atribución a otros menesteres, como
la recogida de la uva, no se puede considerar otra cosa que una
metáfora similar a cuando se habla de poesía en una fotografía, un
cuadro o una composición musical. El texto explicativo lo que hace
es unir la cosecha de la uva y la poesía a través del trabajo de
elaboración de ambas y del interés, dedicación, esfuerzo y amor
que, se supone, ambas labores necesitan para ofrecer un buen
producto. Cosecha, manos artesanas, gastronomía e historia dan un
paladar exquisito que embriaga de sensaciones, igual que el buen
trabajo, la pericia, el buen gusto y la historia dan un poema
excepcional que embriaga de sensaciones. De esta manera, otra vez,
los elementos contradictorios se fusionan.
Por último, no sobraría señalar que
ambos anuncios difieren también en la percepción de qué se vende.
Si lo que se pretende vender es vino, el segundo es más convencional
y más ligado al producto que el primero. Pero no es solo vino lo que
se vende con esta campaña, se vende también la zona de producción
de esta denominación de origen como destino turístico donde conocer
la tradición, la esencia, las raíces. En este sentido es el primero
de los anuncios el más ligado al producto que el segundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario